Es un valor, un referente, en el fútbol de La Palma. Si lo analizas en su comportamiento profesional, transmite seguridad, siente las emociones con gran intensidad y tiene la virtud de inyectar en los que dirige sus sentimientos del momento: ira, tristeza, euforia....
Es convincente, y como tal, obliga a mostrar interés y aplicación en sus jugadores. Hace que sus equipos gusten más o menos....pero son tremendamente competitivos. No pasa desapercibido, por lo tanto, suele crear división - amor...odio -.
Digamos que hablo de alguien muy CARISMÁTICO: Nésmel Acosta.
Nésmel, por todo lo que he expuesto anteriormente, va a ser capaz de liderar a un grupo de personas - aficionados, regidores municipales...y jugadores - capaces de dar viabilidad al proyecto futbolistico tercerdivisionario en Tazacorte.
Claro que, a esto, se une un espíritu de pueblo unido, un sentimiento....El SENTIMIENTO bagañete.
Si en otros lugares ocurriera lo mismo....otro gallo cantaría.
ACERÓ.
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